Thursday, September 21, 2006

Coplas a la muerte del padre de Jorge

En 1990, yo todavía estaba en un colegio nacional cuyo nombre no quiero recordar y no es el glorioso colegio en el que terminé. Estaba en tercer año de media y en el curso de Literatura debíamos ver Literatura Española. No recuerdo quién me enseñó el curso, solo sé que era una mujer y que dictaba sus clases con muy poco entusiasmo, como si no le quedara otra cosa que hacer.
De mis compañeros de clase, mejor no hablemos. Con escasas excepciones eran unos maleantes en potencia y gozaban haciéndome la vida imposible. Me pedían que les haga la tarea, que los deje copiar en los exámenes, que les invitara algo en el recreo, en fin. Y eso que era el brigadier del salón.
En ese año debi tener mi primera noción sobre autores como Cervantes, Garcilaso de la Vega (no el Inca por si acaso), quien quiera que haya escrito el Cid Campeador o el Lazarillo de Tormes. Pero hubo una lectura que me dejó pasmado hasta el día de hoy.
Suelo decir que si me preguntan por una canción, menciono sin dudar Todo tiene su final de Héctor Lavoe. Sé que es muy triste, pero me siento muy identificada con ella por varias razones. Pero nunca me han preguntado por un poema. La respuesta es esta:

Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.

He copiado el texto original de la primera estrofa, tal como don Jorge Manrique escribió el poema en 1477, luego que muriera su padre, don Rodrigo Manrique. Dichoso él, donde quiera que esté, porque el poema que escribió su hijo constituye el mejor recuerdo que persona alguna quisiera tener luego de morir.
Ha pasado tanto tiempo, y todavía esas palabras tienen vigencia. ¿O acaso los mejores placeres no vienen aparejados con grandes sufrimientos? ¿Y no siempre añoramos mejores épocas que alguna vez tuvimos o creímos tener? ...
Los invito a leer, o releer el texto completo del poema (versión original), que es fácilmente accesible por Internet.
Estoy tentado a escribir un comentario específico por cada estrofa del poema, no sé si en este blog o en otro ad hoc. Veremos.
Pero es bueno saber que el poder de la palabra permite crear expresiones tan bacanes como ésa. Ojo, el texto del poema parece medio depre, lo sé, pero igual se pueden rescatar cosas positivas. Total, ¿no dicen que la vida es parte de la muerte? ¿O es al revés?

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home